En sus Tesis de la filosofía de la historia el judío alemán Walter Benjamin apuntó: “Articular históricamente el pasado no significa conocerlo ‘como verdaderamente ha sido’. Significa adueñarse de un recuerdo tal como este relampaguea en un instante de peligro. Para el materialismo histórico se trata de fijar la imagen del pasado tal como esta se presenta de improvisto al sujeto histórico en el momento del peligro”.
Las movilizaciones de resistencia al golpe de Estado en octubre y noviembre, las manifestaciones de apoyo al MAS a inicios de 2020, las protestas contra el hambre desde mayo y las que exigieron elecciones en agosto 2020, han dejado claramente establecido que la fuerza popular en Bolivia es importante y se articula bajo la consigna de vencer a un enemigo de clase y de nación.
Tanto la lucha anticapitalista como anticolonial fueron parte del repertorio discursivo de las y los movilizados, pero que carecieron de una dirección única y articulación nacional porque estuvieron en las calles y las carreteras, a pesar de sus direcciones y la dubitación desde “arriba”.
Este momento de lucha ha mostrado algo importante que alimenta a la revolución y que es necesario aprehender.
¡A movilizar desde abajo y a la izquierda!
¡Hasta la victoria siempre!
MG