Durante las movilizaciones del sector urbano conservador de 2019 (golpe de Estado), los jóvenes universitarios fueron manipulados por sus docentes y autoridades, quienes, por medios persuasivos y/o presionados en otros casos, de la misma forma sirvieron los intereses de los sectores más conservadores, que mostraron sus rostros racistas al quemar la wiphala y cobijar en sus ambientes, como en el caso de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), a elementos de acción paramilitar como son los grupos de Juventud Cruceñista y Resistencia Cochala, que son mucho más que grupos de choque.
Fue una pena observar como la universidad antimperialista y revolucionaria de otros tiempos, hoy en día era dirigida y arrastrada por grupos neofascistas y ultraconservadores que decían: “Hay que volver a la República”.
No es desconocido que el sistema universitario atraviesa una crisis económica, institucional y de gobierno, debido principalmente a que los universitarios, que son los principales actores, se encuentran confundidos e ignoran sus derechos. Esta despolitización se debe a que ya no se ejerce la democracia universitaria; otro motivo es el IDH. que solucionó en gran forma los problemas presupuestarios que en los años 80 y 90 eran frecuentes, mismos que causaban grandes movilizaciones, sobre todo estudiantiles, generando respeto y reconocimiento por parte de docentes y autoridades hacia el estamento estudiantil.
Curiosamente, esos mismos días en Chile hubo un levantamiento estudiantil, debido al alza del precio del transporte, que desató una rebelión de todo el pueblo chileno que hoy en día pelean por una nueva Constitución, convocando a una Asamblea Constituyente; vale decir que esos estudiantes lucharon por sus propias reivindicaciones, como era el transporte, y a la vez empujaron a todo su pueblo a una lucha por la democracia. Quisiera comparar la posición política de los universitarios chilenos (también es el caso de Colombia) y de los bolivianos. En el primer caso, su lucha es por sus intereses y derechos, a la vez que tienen la capacidad de arrastrar tras de sí a los trabajadores y a todo el pueblo; mientras que en el caso de nuestros estudiantes, lamentablemente la situación es contraria, son manipulados por los docentes y no luchan por sus intereses.
Hoy en día vaciaron nuestra autonomía, le quitaron el contenido revolucionario ya que sirve para ocultar los malos manejos existentes dentro de ella y no para la enseñanza científica. La universidad boliviana dejó de responder a las necesidades de la población, perdiendo los principios con los cuales nació, sirviendo para fortalecer el poder de camarillas y de falsos líderes estudiantiles que no representan a la comunidad estudiantil, impidiendo que se ejerza por completo el cogobierno.
En Bolivia es necesaria una Revolución Universitaria, que vuelva a colocar a la universidad en un sitial especial dentro del campo popular, del cual se alejó estos últimos años. No debemos olvidar el rol protagónico que jugaron los dirigentes universitarios en la constitución de la Asamblea del Pueblo y en esa primera Revolución Universitaria. Para este objetivo es necesario desarrollar muchos foros y debates, donde tratemos y analicemos estos temas y además podamos formarnos para lograr encaminar todos los cambios posibles en las universidades que hoy fueron convertidas en cavernas donde ya no se practica la ciencia sino que se repiten mecánicamente las clases como si no hubiera permanente transformación.
Movimiento Insurgente Universitario (MIU)
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