Marito querido: No dejo de pensarte, sé que te estás molestando, te escucho decir bien claramente: “siempre hay que seguir adelante” con la lucha y hacer la Revolución. Permíteme abrazarte con estas letras desperdigadas que dejo como humilde homenaje. 1 Un día me sentaste en tu sala, con voz calmada […]